Aunque los «discos» SSD llevan entre nosotros unos años, es un producto que se encuentra todavía en pañales.
Las unidades SSD se siguen basando en algo tan clásico como la memoria flash aparecida a mediados de los 90, que no es más que una derivación de un invento más arcaico aún como es la memoria EEPROM de mediados de los 80.
Desde hace bastante tiempo, no se dejan de escuchar las bondades que pueden traer los nanotubos de carbono a la industria informática, pero hasta ahora no se le había sacado partido comercial. Fujitsu ha anunciado que en 2018 comenzará la fabricación de memoria usando nanotubos de carbono a escala industrial, lo cual provocaría un salto generacional en las unidades SSD.
Esto lo ha conseguido gracias a la adquisición de una licencia de la tecnología NRAM (memoria RAM no volátil) de Nantero. El objetivo es ofrecer pastillas de 256Mb con un nivel de integración de 55nm, algo que puede no sonar demasiado espectacular si se obvian las pecularidades de este tipo de memorias.
La NRAM, como su propio nombre indica, es una memoria RAM que retiene la información incluso cuando cesa el suministro de energía. Eso significa que disponemos de una memoria con una velocidad equivalente a la RAM dinámina con la posiblidad de usarala como unidad de almacenamiento masivo. La realidad es que la NRAM es, de lejos, mucho más rápida de la RAM (su tiempo de conmutación es del orden de picosegundos) por lo que su velocidad se ve limitada por los límites de las interfaces actuales que permiten un tiempo de conmutación del orden de los nanosegundos.
Sabiendo que no consume energía para mantener los datos, podemos llegar a la conclusión de que se trata de una memoría que sólo consume energía cuando tiene que modificar los datos, lo que la convierte en una opción muy eficiente cuando se usa como RAM convencional.
Otra de las peculiaridades es su durabilidad. En estos momentos, las unidades SSD tienen un número de ciclos de vida útil relativamente bajo, después de los cuales el disco falla miserablemente y sin previo aviso. La NRAM de Nantero se ha probado con un billón (español) de ciclos y después de eso, la memoria no ha fallado. Eso quiere decir que se trata de una opción con un tiempo de vida de varias órdenes de magnitud por encima de las opciones actuales. Por otra parte, se estima que es capaz de almacenar la información durante 1000 años a 85ºC y durante 10 años a 300ºC.
Habrá que esperar a ver hasta qué punto se materializan los planes de Fujitsu, pero de cumplirse, 2018 sería una palada de tierra más sobre la tumba de los discos mecánicos cuyas dos únicas ventajas con respecto a las SSD son la capacidad y la fiabilidad.
Vía Tom’ s Hardware.