Qualcomm se adentra en el mundo del servidor ARM

Aunque ARM ha sido tradicionalmente una arquitectura dirigida a dispositivos ‘embebidos’, cada vez se oye hablar más de aplicarla a servidores. Qualcomm sigue la tendencia presentando un procesador ARM de 48 núcleos.

El anuncio se produjo hace un par de años, cuando la compañía informó de sus intenciones para entrar en el mercado de los servidores. En estos momentos es uno de los principales fabricantes de SoCs para móviles y tabletas y con su experiencia en ese ámbito, no es de extrañar de quiera subir unos cuantos peldaños.

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Centriq 2400 de Qualcomm

El procesador en cuestión se llama Centriq 2400 y parece que se están empezando a distribuir las primeras muestras a clientes selectos. La comercialización comenzaría durante la segunda mitad del año que viene.

Para la fabricación del micro se usará el proceso de 10nm en FinFET. El núcleo del SoC estará basado en ARM v8 de 64 bits que ha recibido el nombre en clave de Falkor. Esta microarquitectura, a diferencia de la empleada en dispositivos móviles, permite usar cache de nivel 3 aunque no se incluirá ninguna tecnología del estilo de HyperTreading como va a empezar a hacer AMD en breve, por los que los 48 núcleos implican 48 hilos de ejecución.

En una presentación de hace unos días, la compañía puso a funcionar uno de estos procesadores en el que se ejecutó Apache Spark, Hadoop y Java sobre Linux. Lamentablemente no se dieron datos cuantitativos por lo que es probable que el rendimiento no sea nada espectacular. Tampoco se dieron detalles sobre el hardware circundante como el tipo y cantidad de memoria RAM, dispostivos de almacenamiento, etc.

Seguramente el Centriq 2400 no sea un gran procesador para servidores, pero se trata de un primer acercamiento de la compañía y un nuevo actor dando guerra en este ámbito. También queda esperar cómo evoluciona el ecosistema ya que con sólo hardware (y menos aún con sólo un procesador), no se va a ninguna parte.

Todo esto unido al anuncio de esta misma compañía de dar soporte a software x86 mediante emulación en sus chips ARM y el posible resurgimiento de entre las cenizas de AMD en la gama alta del escritorio, hace posible que 2017 se convierta en un año especialmente «interesante» para Intel.

Vía AnandTech.

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