La extinción ha comenzado y, como siempre, ha comenzado con los más débiles: en esta ocasión, los discos mecánicos de muy alto rendimiento destinados a un nicho del mercado.
Es el principio del fin de una era. Un final que llevaba tiempo anunciado y que hoy se empieza a materializar. Seagate ha decidido que la versión 6 de sus discos de 15000 revoluciones por minuto sea la última de su especie.
La razón es simple: ya no pueden hacer frente a las unidades SSD. Según parece, Seagate ha dejado de trabajar en futuras versiones de estos discos de alto rendimiento ofreciendo el modelo 15k.6 (también conocido por Enterprise Performance 15K v6) durante un periodo de tiempo superior al habitual por razones de compatibilidad y para tener recambios disponibles.
Se trata de discos de 2.5″ destinados a servidores y centros de datos con capacidades desde los 146 a los 900Gb. ¿Su precio? Unos 230€ por un disco de 450Gb. A día de hoy por esa cantidad se pueden adquirir unidades SSD de entre 500Gb y 1Tb. Y es que el segmento de las 2.5″ ha ido cayendo sin parar desde las 5 millones de unidades vendidas en el último cuarto de 2014 a los 3.2 millones del primer cuarto de 2016.
HGST todavía tiene sus modelos a 15000rpm y Toshiba tiene sus modelos en desarrollo aunque también es verdad que Toshiba no solo produce discos mecánicos sino también memorias flash, por lo que es predecible que sea más temprano que tarde su abandono dadas las condiciones del mercado.
Hay que decir que los discos más rápidos de Seagate son realmente rápidos con tasas sostenidas de 315Mb/s pero, evidentemente no pueden competir con los SSD y menos todavía en lecturas/escrituras aleatorias.
Al igual que ha ocurrido en el pasado con otras tecnologías como las pantallas de tubo de rayos catódicos, nos encontramos en el zénit de una tecnología y ya hoy se sabe a ciencia cierta que nunca habrá discos duros mecánicos más rápidos que esos: son los últimos y mejores de sus especie.
Mientras otras compañías deciden ir acabando con este segmento, ya solo queda esperar el día en que los fabricantes de discos duros decidan echar el cerrojazo a la producción de modelos domésticos.
Vía Tom´s Hardware.