En concreto, ha dado una advertencia a los desarrolladores y fabricantes que están trabajando en dar soporte a los sets x86 usando procesadores ARM.
Hoy en día, la arquitectura más económica que permite ejecutar sistemas complejos como Linux es ARM con sistemas completos (CPU+RAM+GPU) por menos de 10€. Su precio ha bajado en los últimos años principalmente gracias a las grandes tiradas de ASICs demandadas por los teléfonos inteligentes.
Si bien es cierto que ARM no consigue el mejor ratio rendimiento/consumo, sí se trata de una arquitectura competitiva en su relación rendimiento/precio. Además, al haber surgido como opción de consumo hace relativamente poco, no ha sido hasta ahora cuando se ha empezado a invertir de verdad en mejorarla.
ARM se ha convertido en una amenaza para Intel. No solo le ha quitado el mercado de la telefonía móvil y buena parte de las tabletas sino que está tanteando terrenos tan resbaladizos para los que vienen nuevos como los servidores. Y eso en un mundo en el que Intel ya ha tirado la toalla en ese segmento.
Qualcomm y Microsoft han estado trabajando en hacer funcionar Windows 10 compilado para x86 en un procesador ARM a través de emulación. Y parece que están consiguiendo el objetivo con una penalización mínima del rendimiento, un hito creíble cuando se analizan emuladores del estilo para Rapberry Pi. Si llega el día en el que las plataformas ARM puedan ejecutar software x86 sin tener que recurrir a los micros de Intel, el mercado doméstico de PCs podría estar en juego.
Desde el punto de vista técnico, la emulación se está realizando vía software (como lo haría cualquier emulador actual). Además las patentes en EEUU tienen una duración de 20 años cuando el set original x86 tiene ya 40 y su extensión de 32 bits (IA32) tiene más de 30. No es así para extensiones como SSE o SSE2, lo cual desde este punto de vista podría suponer un problema, ya que hay mucho software que dan por hechos estos sets.
Legalmente no hay nada claro. Virtualbox o QEMU con emuladores libres que pueden ejecutar software x86 sin tener que pagar licencias a Intel. La protección de la propiedad intelectual de Intel está pensada para cómo estaba el mercado hace lo menos un par de décadas, cuando lo que había que proteger era la implementación del hardware. Y sin hardware que esté ejecutando realmente instrucciones x86, el tema queda en el aire.
Sea como fuere, la compañía de Santa Clara que cuenta con grandes cantidades de liquidez para reaccionar pero sin una estrategia anunciada, lleva un temporada con nubarrones sobre la cabeza: ARM, el abandono de los servidores y la telefonía móvil, un estancamiento en sus procesadores domésticos, Ryzen…
Vía HotHardware.