Hace unos meses se descubrió que Google estaba trabajando en un cliente de Google Drive para Linux, pero todavía no hay noticias del programa.

Mientras tanto es posible usar el servicio de almacenamiento en la nube de Google sobre Linux a traves de las distintas alternativas que hay y puede que el cliente libre más maduro sea Gsync.

Se trata de una herramienta que se maneja desde la consola. El objetivo del desarrollo es que Gsync tenga las características, una interfaz y un comportamiento muy similares a rsync.

La razón por la que nace este proyecto es porque el resto de alternativas, o no son libres (insync) o fallan bastante como grive. El único requisito de software para Gsync es tener instalado Python. El makefile se encargará de instalar automáticamente cualquier biblioteca de Python que sea necesaria.

Para ponerlo en marcha, lo primero que hay que hacer es autentificar la cuenta de usuario. Para ello hay que ejecutar ‘gsync –authenticate’. En ese momento se facilita una dirección desde la que se puede obtener una GUID de Google que habrá que copiar en la consola. Todas las configuraciones se almacenan en el directorio ~/.gsync, así que si quieres forzar una autentificación tan solo tiene que borrar esa carpeta.

Si estás familiarizado con rsync, las opciones implementadas te resultarán muy útiles:

-v, –verbose     muestra información adicional
–debug habilita la salida de depurado
-q, –quiet     oculta los mensajes que no sean de error
-c, –checksum    control de errores
-r, –recursive   modo recursivo en directorios
-R, –relative     usa nombre de rutas relativos
-u, –update     se salta lo archviso que son más recientes en el receptor
-d, –dirs     transfiere directorios
-g, –group     conserva el grupo
-o, –owner     conserva el usuario (sólo superusuario)
-p, –perms     conserva los permisos

Para conocer todos los detalles de Gsync y las instrucciones para su instalación, puedes visitar su página en GitHub.