Hace unos días se anunció Cinnamon 3.2, el escritorio desarrollado por el equipo de Linux Mint que da color a uno de sus sabores.
Dejando de de lado los cambios internos invisibles para el usuario (a excepción de un par de mejoras de rendimiento), la nueva versión de esta bifurcación de Gnome 3 viene esencialmente con dos novedades: los paneles verticales y un nuevo aspecto para los menús.
A diferencia de los paneles horizontales, en los verticales sólo hay espacio para un icono y el texto que habitualmente se mostraría en un applet, en este modo no se muestra sencillamente porque no cabe.
En la imagen se pueden apreciar ciertas singularidades como la forma en que se muestra la fecha y la hora, que de primeras puede no resultar demasiado cómoda. Esta nueva configuración visual puede resultar práctica para aprovechar mejor la longitud vertical de la pantalla.
Sobre el nuevo aspecto de los menús, ahora estos se abren junto al panel o applet desde el que se hace clic. Para conseguir esto se ha eliminado la flecha que apuntaba al lugar desde el que emerge el menú. En la imagen de arriba no se aprecia debido a que es una imagen que se tomó antes de este cambio, pero en la siguiente imagen sí se ha aplicado dicho cambio.
Para conocer todos los pormenores de Cinnamon 3.2, puedes visitar el anuncio de la versión. Previsiblemente, se incluirá en Linux Mint 18.1, momento en el cual será posible probarlo sin demasiadas complicaciones.