Hasta ahora, la forma más sencilla y cómoda de conectar una pantalla a una Raspberry Pi era mediante su conector HDMI. También hay disponibles pantallas de pequeño tamaño que, con algunas modificaciones, se pueden conectar a la placa.
Pero no ha sido hasta ahora que ha aparecido una pantalla táctil capacitiva especialmente pensada para Raspberry Pi con un precio de $60 sin envío ni impuestos incluidos.
Gordon Hollingworth, director de ingeniería de Raspberry Pi nos explica el proceso para el diseño de la pantalla y las decisiones técnicas adoptadas en un post en el blog de Raspberrypi.org.
En primer lugar habla de la interfaz a través de la cual se conectará la pantalla. Explica que Raspberry Pi tiene varias interfaces entre las que elegir:
· HDMI es el sistema más conocido y permite conectar pantalla con resolución 4K. Ofrece una oscilación baja de la señal, lo que reduce el ruido electromagnético. Esta interfaz permite recibir una señal desde la TV a la Raspberry Pi, dispone de EDID que es una forma de identificar la pantalla conectada y poder conocer las resoluciones disponibles y permite la conexión en caliente, de forma que la placa sabe cuándo hay un cable conectado y cuándo no. El inconveniente de HDMI es que hace falta electrónica para adaptar la señal a la interfaz nativa del panel, lo cual resulta caro.
· DPI (Display Parallel Interface o interfaz en paralelo para pantalla) es una interfaz en paralelo de 24 bits que permite transmitir 28 señales síncronas a una frecuencia de 70MHz. Esta interfaz se usaba en tabletas y teléfonos inteligentes, pero debido al ruido electromagnético que generaba, se ha dejado de usar. Usando los pines de propósito general GPIO de la placa, es posible conectar una pantalla DPI pero eso nos dejaría sin terminales GPIO libres. Este tipo de pantalla son relativamente baratas y llevan tiempo en el mercado.
· DSI (Display serial interface o interfaz serie para pantalla) es una interfaz serie de alta velocidad que transmite a 1Gbit por segundo. La tensión de la señal es muy reducida por lo que apenas general ruido electromagnético y además el consumo de potencia en la transmisión también es reducido. El problema es que este tipo de pantallas se fabrican para fines muy específicos como pedidos de fabricantes para un modelo determinado de teléfono móvil.
· DBI (Display Bus Interface) es una tecnología antigua que resulta cara de implementar.
Con esta información, la decisión adoptada fue usar un híbrido de DSI que evitaría usar todos los pines GPIO con DPI debido a la disponibilidad de pantallas con una resolución decente. Entre medias se ha instalado un convertidor para unir ambas interfaces.
Después de buscar modelos que ofrecieran una disponibilidad y una calidad aceptables, se obtuvo una pantalla de estas características:
· Resolucoión de 800×480 a 60fps y color de 24 bits.
· Panel capacitivo de 10 puntos.
· Angulo de visión de 70º.
· Agujeros de montaje para la placa.
Como se puede ver en la imagen, hay que conectar el cable FPC de 15 pines (de color gris) y también la alimentación (cables negro y rojo). También es posible alimentar la pantalla por separado a través de un cable USB.
Una vez conectada, lo único que hay que hacer es actualizar el sistema y reiniciar la Raspberry Pi (puedes consultar nuestra guía de Raspberry Pi para ver cómo se hace esto).
Para que el panel táctil funcione se puede usar Kivy, un programa escrito en Python que permite leer las coordenadas enviadas por el controlador FT5406 de la pantalla.
En el siguiente video se puede ver la pantalla en acción: