Es posible que eso que parece verse tenuemente al fondo de este oscuro pasadizo, sea la luz del final de un túnel que ha dejado desamparados a los clásicos usuarios de tarjetas gráficas.
Para unos es una moda pasajera. Para otros es un hito en la forma de hacer transacciones monetarias. Y para todos es una oportunidad para ganar dinero intercambiando energía eléctrica por dinero que han disparado el precio de las tarjetas gráficas. Eso fue un tema recurrente el año pasado y lo ha seguido siendo hasta ahora, pero la situación podría cambiar.
En estos momentos, la forma más eficiente que tienen los usuarios domésticos de minar es a través de tarjetas gráficas. Para saber si podemos sacar rentabilidad a nuestro equipo, tan solo tenemos que calcular si el dinero minado es superior al coste de la energía y el coste del hardware que estamos usando.
Algunas de las tarjetas gráficas más populares para este negocio son la GeForce GTX 1070 y la Radeon RX 580 entre otras. La primera cuesta unos 550€, consume 150W y puede sacar unos 30 MH por segundo. La segunda cuesta 100€ menos, consume 185W y saca otros casi 30 MH por segundo.
Con esas cifras y usando una calculadora como esta, se llega a la conclusión que con la GeForce podemos sacarnos unos 120€ al año y con la Radeon algo más de 80€ al año. Y eso si somos conservadores, porque si además jugamos con la escala especulativa de precios que se ha vivido hasta finales del año pasado, el negocio ha podido salir redondo.
Pero además de las tarjetas gráficas existen circuitos integrados dedicados exclusivamente a esta tarea. Se trata de los ASICs que hasta ahora no eran capaces de competir por las tarjetas gráficas. Hace poco se ha anunciado un nuevo ASIC (el Antminer E3) que por unos 650€ puede minar a 180 MH por segundo con un consumo de 800W. Eso supera ligeramente la eficiencia de la GTX 1070 y multiplica por cinco la relación rendimiento/precio. El principal inconveniente frente a las GPUs es que llegado el final de su vida útil, no tiene salida en el mercado de la segunda mano.
El precio de las tarjetas gráficas usadas lleva unos días desinflándose y con nuevas alternativas como esta, parece plausible que el mercado de las GPUs vuelva a la normalidad en breve. Si además tenemos en cuenta un posible exceso de oferta en el mercado de segunda mano, nos encontraríamos con una situación muy ventajosa para los grandes perjudicados: los gamers.