Esa es la pregunta que nos hemos hecho todos alguna vez. Y la verdad es que tiene una difícil respuesta ya que el repertorio disponible es enorme.

Existen cientos de distribuciones enfocadas a una gran cantidad de ámbitos. Tenemos desde distros que sirven para fines muy específicos hasta distros generalistas que pueden servir para casi todo pasando por distros especializadas que dan la posibilidad de realizar cualquier tarea.

Pero no solo existe el carácter funcional sino también organizacional. Existen numerosas políticas de aceptación de software, actualizaciones, solución de fallos… y cada una tiene sus ventajas y desventajas. Vamos desde las versiones más recientes y menos probadas hasta el software más viejo y estable. En unas ocasiones nos convendrá tener software muy probado y en otras querremos disfrutar de las última funciones.

Y todo esto sin contar con la facilidad de configuración, la cantidad de software que viene de serie (si es un sistema mínimo o con un buen repertorio de software), etc, etc, etc.

Lo peor viene cuando tenemos nuestras preferencias bien definidas, porque aquí es cuando aparece una gran lista de distros que ofrecen más o menos lo mismo con sabores ligeramente diferentes.

Lo habitual es probarlas y decidir, pero para los que están muy perdidos o quien hacer un cambio radical del uso de su sistema, el cambio puede suponer un buen dolor de cabeza.

Para aliviar este dolor, desde DPLinux hemos creado una pequeña herramienta desde la que se dan pistas sobre qué distribuciones podrían ser las más apropiadas para un uso determinado.

Si quieres obtener una respuesta a la eterna pregunta ‘¿Qué distribución uso?’, puedes acceder a nuestro asistente desde h.dplinux.net/distros.