Hewlett-Packard está desarrollando un nuevo concepto de ordenador que supondría una de las mayores revoluciones informáticas de la historia.
Hasta este momento, cualquier ordenador o dispositivo electrónico de cierta complejidad como un teléfono inteligente o una tableta tienen dos tipos de memoria: una memoria rápida, de pequeño tamaño y volátil (RAM) y una memoria lenta, con una gran densidad de información y permanente (disco duro, SSD, flash).
HP está trabajando en una nueva arquitectura que no se parece en nada de lo que ha visto hasta ahora. A esta máquina le han puesto el nombre de «The Machine» y lo que están desarrollando es un ordenador que tan solo tiene un tipo de memoria llamada memristor.
Un memristor actúa como una resistencia pero con la deferencia de que el valor de la resistencia puede cambiar en función de la cantidad y la dirección de la corriente aplicada. Una vez que se elimina dicha corriente, el valor de la resistencia permanece invariable. Esto supone una gran ventaja para almacenar información porque no necesita alimentación para mantener la información y porque un memristor puede almacenar numerosos valores de resistencia, lo que supone que un solo memristor puede almacenar la misma información que varios transistores.
Este interesante dispositivo permite reducir considerablemente el tamaño de los componentes haciéndolos además energéticamente más eficientes. Pues bien, HP ha conseguido desarrollar la tecnología lo suficiente de forma que hace unos años comenzó a realizar pruebas con memristores integrados en un circuito.
La compañía de Palo Alto ha anunciado que para 2016, «The Machine» podría estar funcionando usando memristores como almacenamiento único ya que su elevada velocidad como dispositivo de almacenamiento masivo permanente haría innecesaria la memoria RAM.
Pero todo este hardware necesita un sistema operativo y es ahí donde entra en juego Linux++. HP afirma que para junio de 2015 podría está listo Linux++ que servirá para que los desarrolloradores de software puedan hacer pruebas simulando el funcionamiento de «The Machine». Una vez la máquina estuviera funcionando, Linux++ sería reemplazado por un sistema operativo propio desarrollado desde cero llamado Carbon.
De conseguir un nivel de integración adecuado y unos costes de fabricación en economías escala comedidos, esta nueva arquitectura supondría el mayor cambio cualitativo de la historia de informática desde la invención del transistor.