No es un reproductor de audio cualquiera ya que se trata de un programa completamente portable que además admite formatos de audio que ni siquiera VLC es capaz de reproducir.
Probablemente el reproductor multimedia por excelencia sea VLC ya no solo por estar disponible para múltiples plataformas sino por el hecho de tener la capacidad de reproducir una gran cantidad de formatos y por ser de código abierto.
Pero VLC no puede con todo y, de una forma u otra, acaba necesitando bibliotecas externas para funcionar, por lo que al final la forma más sencilla de instalarlo y usarlo en Linux es a través de los repositorios oficiales de cada distribución.
Con la idea de acabar con uno de los hándicaps de la distribución de software en Linux, aparece DeaDBeeF (aprovechando los dígitos hexadecimales 0xDEADBEEF). Se trata de un proyecto con un peculiar nombre que es posible ejecutar directamente de los binarios precompilados por el autor sin la necesidad de instalar bibliotecas externas. Aunque si eres purista, puedes descargar el código fuente y compilarlo tú mismo.
Cuenta con extensiones que permiten ampliar sus funciones, dando compatibilidad con otros formatos, añadiendo aspectos físicos personalizados o mostrando visualizaciones del audio reproducido.
Además de los típicos formatos como mp3, ogg, flac, wav, m4a, etc, es capaz de reproducir, entre otros, un formato de audio de alta resolución del que hay bastante poco hecho en Linux (y para PC en general): DSD con su extensión DSF.
Aunque DSD (Direct Stream Digital) es un formato que lleva bastantes años inventando, no fue hasta principios de esta década cuando las casas discográficas empezaron a sacar material. Se distribuye tanto como descargas como en discos SACD. Este formato en la práctica es indistinguible del clásico y extinto DVD-Audio aunque su forma de funcionar es muy distinta ya que en vez de usar 24 o 32 bits por muestra, usa un solo bit. A cambio, en vez de muestrear a 96kHz lo hace a 2.8224MHz.
Dejando a un lado detalles técnicos, a día de hoy el material en DSD se ha convertido casi en la única forma de disfrutar la música sin sufrir del loudness war o guerra del volumen, obteniendo el audio más fiel al máster original.
Pero al igual que ocurre con otros ámbitos de uso minoritario, el soporte para DSD es realmente malo y para Linux es prácticamente inexistente. De hecho, la forma más rápida de reproducirlo es previa conversión a un formato más popular como puede ser FLAC.
Así que si eres un audiófilo usuario de Linux, ahora tienes la posibilidad de reproducir tus masters con DeaDBeeF sin tener que recurrir a hardware externo ni a tediosas conversiones de formato.
Para más información sobre este reproductor, puedes visitar su página de SourceForge. Si quieres usarlo sin complicarte la vida, tan solo tendrás que descargar el .tar.bz2 en la versión ‘static’ que incluye el programa precompilado desde su página de descargas y ejecutarlo.