IBM ha abierto la arquitectura de sus Power, los procesadores más usados en datacenters. El objetivo es acercar su producto a Linux.
Ahora es posible que cualquier compañía pueda modificar o manufacturar los chips de IBM. Hasta ahora, el gigante azul ha venido usando sistemas basados en Unix, pero se han dado cuenta de que en la era de Internet, Linux gana por goleada en su implementación en servidores.
Ya hay más de 20 miembros en la organización y el primer producto de la colaboración será Power8. Según dice un directivo de IBM, lo que buscan es ofrecer una alternativa a Intel.
De momento la decisión de abrir su arquitectura no afecta a los dispositivos domésticos, sino a las grandes infraestructuras.