Se trata de las microarquitecturas Skylate y Goldmont (Broxton) de Intel cuyos controladores para Linux van a nacesitar porciones de código compilado (BLOBs).
Skylate es el nombre en clave de la arquitectura de Intel sucesora de Broadwell que en estos momentos se encuentra en fase de desarrollo y que saldrá al mercado a lo largo de este año para los modelos i3, i5, i7, Xeon, Pentium y Celeron.
Según el modelo de desarrollo de Intel conocido por ‘tick-tock’ en el que cada nueva generación implica, o bien una reducción del nivel de integración (tick), o bien un rediseño de la microarquitectura (tock), Skylate supondrá un nuevo diseño manteniendo los mismos 14nm que su predecesor Broadwell.
Los procesadores gráficos basados en Skylate (la GPU integrada del procesador), se han marcado como de novena generación (Gen9) y se han nombrado como de la serie HD 5000, HD 6000 y GT2, entre otras que aún no se conocen.
En el caso de Broxton, se trata del nombre en clave para las plataformas Morganfield y Willow Trail que emplearán la microarquitectura Goldmont basada en Skylate destinada a los futuros Atom que también usarán procesadores gráficos Gen9. Estas plataformas son las sucesoras de las actuales Cherryview y Cherry Trail que se emplean en portátiles y tabletas.
Hasta ahora, Intel era el único fabricante que mantenía a un equipo de desarrollo programando controladores libres para Linux y eso ha hecho que sus procesadores gráficos, a pesar de no ser los más potentes, sean la mejor opción para su uso sobre Linux en la mayoría de ámbitos.
Pero eso ha cambiado con las nuevas generaciones ya que el controlador gráfico necesitará una pieza de software precompilada de la que no se sabrá su código. Tal y como se puede leer en la lista de correo del los controladores i915 de Intel para Linux, se han añadido varios firmwares marcados como DMC (Display Microcontroller) y GuC.
Según podemos leer en esta página de la web de código abierto de Intel, DMC se encarga de gestionar las operaciones cuando la GPU se encuentra en modo de ahorro de energía, permitiendo guardar y restaurar el estado de los registros de la GPU independientemente del sistema operativo.
GuC es la tecnología que gestiona la programación de tareas en los motores gráficos que envían tareas en paralelo. Estas operaciones determinan qué tarea será la próxima que se ejecute monitorizando el progreso de las mismas e informando al programa cuando el trabajo está terminado.
En principio, este cambio de política no va a afectar a la compatibilidad de los gráficos de Intel sobre Linux y su funcionamiento seguirá siendo tan bueno como hasta ahora. De hecho, los controladores libres de AMD también necesitan un firmware propietario para funcionar y eso no ha impedido una mejora continua desde que AMD publicó las especificaciones de sus tarjetas gráficas.
No obstante, con esta acción se abre la puerta a ir cerrando poco a poco el código conforme Intel vaya desarrollando tecnologías para sus gráficos que quiera mantener en absoluto secreto.
Hasta ahora, Intel se ha mantenido al margen de las tarjetas gráficas de alto rendimiento y ha ocupado un segmento del mercado poco suculento y sin apenas competencia. Pero si la compañía de Mountain View decide competir cara a cara con los gráficos de Nvidia y AMD, podría dejar de querer seguir manteniendo unos controladores libres que expongan a la competencia su tecnología.
Vía Phoronix.