El cambio ya ha comenzado y se está llevando a cabo a una velocidad del 15% del parque informático chino al año de forma que para 2020 el cambio habrá concluido.
La razones que esgrime el gobierno chino para evitar usar Windows 8 es la seguridad. De momento no existe una distribución propia aunque podría realizarse una basada en Ubuntu Kylin ya que ha sido la recomendación del gobierno para su uso en ordenadores de ámbito doméstico.
Por otra parte, la comisión reguladora de la banca del país ha informado ya a los bancos de que también deben cambiar el sistema operativo.
En China al igual que en Europa, Microsoft está siendo investigada por abuso de posición dominante.
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