Debian es una de las distribuciones más veteranas que todavía siguen en marcha. Es la base de la mayoría de distribuciones, ya sea de forma directa o indirecta, acaparando una gran cuota de mercado. Pero ¿cuáles fueron sus orígenes?
Como ya sabréis todos, Murdock, el fundador de Debian murió hace unos días en unas circunstancias un tanto extrañas. Podéis encontrar más información del suceso usando cualquier buscador.
Glyn Moody ha publicado en ArsTechnica un interesante artículo en el que ha rescatado algunas citas del creador de Debian. Murdock se adentró en el mundo de Linux allá por 1993, cuando el kernel estaba todavía en pañales y las distribuciones Linux eran una rareza. Tal y como dijo en una entrevista en 1999:
«Esto sucedió en un momento en el que los PCs empezaban a ser lo suficientemente rápidos como para ejecutar cosas como Unix. Había estado usando Unix y vi Linux como una forma más cómoda de acceder a él. El software de aquella época todavía tenía mucho que pulir. Una de las mejores cosas sobre Linux es que era uno de los primeros sistemas operativos en el que no solo podías ver qué estaba haciendo sino que podías meterte dentro a manosear por ahí«.
La distribución que usaba Mudock en aquella época era SLS (Softlanding Linux System), un desarrollo que se abandonó en 2002 después de 10 años en producción. SLS fue una distro que tuvo una gran cantidad de problemas debido a un modelo de desarrollo poco eficaz. Tal y como continúa en dicha entrevista:
«Me inspiré para unir este lanzamiento después de usar SLS y quedar casi siempre insatisfecho con mucho de él, y después de modificar mucho SLS, decidí que sería más fácil empezar de cero. El problema con SLS era que el tipo que la estaba haciendo, estaba intentando hacerlo todo él solo. Y por eso miré y pensé, ya sabes, si Linux nos ha enseñado algo es que ese tipo de modelo no es el óptimo. Lo que realmente deberíamos hacer es intentar coger el modelo que Linux ha iniciado, intencionadamente o no, e intentar obtener los mismos beneficios para crear el sistema alrededor de esto».
Sobre el nombre de la distro, su origen viene de «el nombre de mi esposa es Deb y mi nombre es Ian. Así que es tan solo una concatenación de eso». En los comienzos de Debian, empezó a ganar desarrolladores cuando hubo gente con ganas de compartir y que consideraba que podía aportar cosas muy específicas:
«Lo primero que me llamó la atención era toda esa gente frustrada con SLS. Linux tenía mucho que ofrecer y las herramientas que se creaban alrededor de él tenían mucho que ofrecer pero faltaba presentar esto. La idea de construir un sistema en el que la gente se pudiera involucrar también resultó ser una idea muy popular. La gente me escribió diciendo: escucha, sé mucho sobre redes y sé como hacer un sistema fácil para poner en marcha la red. Estas personas decían: oye, tengo algo que ofrecer que no tienes, así que aquí lo tienes. Ese fue también un factor determinante».
En la entrevista ofrecida, Murdock dio las claves del desarrollo de Debian y cómo el propio Linux fue una referencia, dividiendo el sistema en componentes. De hecho Debian fue pionera en el uso de paquetes aunque no adoptó el actual gestor de paquetea APT (Advanced Package Tool) hasta unos años más tarde:
«Si quieres construir un sistema operativo completo, ¿cómo lo divides exactamente y haces que gente que no se conoce trabaje en todo individualmente, coges todos los subcomponentes y luego los vuelves a unir para crear el sistema completo?
La forma en que se distribuían sistemas Linux en aquella época estaba orientada a la distribución en disquetes. Así que podías descargar todas las imágenes de los disquetes y podías instalar Linux de esa forma. Y decidimos usar un enfoque diferente, porque encajaba en la idea del desarrollo distribuido.
Decidimos que Debian debía estar basado en paquetes. Así que cada subcomponente del sistema estaría contenido en su propio paquete. Y el paquete sabría cómo integrarse a sí mismo en el sistema. Cuando lo instalabas, sabría cómo eliminarse y sabría como actualizarse.
Debian se basaría en la idea del paquete, y todas esas personas que querían trabajar en él podrían hacerse responsables de todos esos paquetes. Y definiríamos estándares y reglas que permitirían al paquete de cualquier fuente ser capaz de encajar en el sistema. Así que cunado coges todos esos paquetes y los instalas, obtienes el sistema completo que es como si se hubiera hecho por un solo equipo muy unido. Y de hecho para nada ha sido esa la forma en que se ha juntado todo.
El hecho de que otra gente cogiera subtareas es en gran medida cómo funcionaba Linux. Algunos escribirían sistemas de archivos y mantendrían los sistemas de archivos, otros escribirían controladores de dispositivos y los mantendrían. […]
Quería que los usuarios de Debian (no un equipo concreto unido) fueran capaces de venir y decir: ya sabes, me gustaría tener este paquete en particular en Debian. Y eso está bien por el hecho de que creemos y seguimos el modelo de desarrollo distribuido en el que puedes hacer un paquete. Y su sigues nuestras directrices y nuestros estándares, ese paquete va a encajar en el sistema.»
Puede decirse que Debian fue la primera distribución moderna. Un desarrollo que ha servido de base, no solo para aprovechar el software ya compilado y empaquetado sino como modelo de desarrollo para crear prácticamente todas las distribuciones existentes a día de hoy.
Ian Mudock sentó las bases para hacer que Linux sea lo que hoy es a pesar de no haber participado en el desarrollo del kernel de forma directa, pero sí habiendo permitido la extensión del sistema operativo ofreciendo una forma apropiada de desarrollo y una forma sencilla de distribuir dicho desarrollo.
El artículo completo de Moody se puede leer en ArsTechnica.